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El cine iberoamericano representa el 11% por ciento de la producción mundial

«Ocho apellidos vascos» fue la película en español más vista en 2014, con 9,5 millones de espectadores y 74,6 millones de dólares de recaudación.

 

FUENTE: Diario ABC / Por José Manuel Cuéllar (15/10/2015)

 

El peso de la producción iberoamericana representa el 11 por ciento de la cinematografía mundial, con 727 millones de espectadores y una recaudación superior a los 3.600 millones de dólares. Así lo atestigua del tercer Panorama Audiovisual Iberoamericano, un informe promovido por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), y la colaboración del Instituto Cervantes, en cuya sala fue presentado ayer el informe.

 

Según aseguró el director de EGEDA, Óscar Berrendo, el principal obstáculo para mejorar esas cifras es la penetración del cine de cada país latinoamericano en el resto de la región y, especialmente, en Estados Unidos, donde habitualmente hay directores como Alejandro Amenábar, Pedro Almodóvar o directores mexicanos, pero donde cuesta mucho llegar.

 

En términos globales, l os grandes estudios norteamericanos (Fox, Walt Disney, Warner, Paramount, Universal o Sony) siguen dominando el panorama en Iberoamérica, pues consiguen una cuota conjunta de espectadores del 78,8 por ciento frente al 21,2 del resto de distribuidoras independientes. Este porcentaje es ligeramente inferior en España, donde las distribuidoras norteamericanas coparon el 77,1 por ciento del mercado, con una cuota del 65 por ciento, tanto en espectadores como en ingresos. Sin embargo, y a pesar de este dominio de los norteamericanos, cuatro películas iberoamericanas se situaron en lo más alto del ranking de taquilla de sus respectivos países: «Ocho apellidos vascos» (España), «Relatos salvajes (Argentina), «A los 40» (Perú) y «Vamos de robo» (República Dominicana).

 

Hablando de «Ocho apellidos vascos», fue un éxito de taquilla no solo en España, sino en Iberoamérica y también en el mercado mundial. El filme de Martínez-Lázaro fue la producción en español más vista en 2014 en Iberoamérica (en el informe se considera como tal a los países latinoamericanos más España y Portugal), con 9,5 millones de espectadores y unos ingresos de 74,6 millones de dólares. Estas cifras la sitúan en el puesto número 20 de los estrenos cinematográficos de Iberoamérica, un apartado dominado por «Maléfica», con 30,3 millones de espectadores, seguida por «Río 2», con 25,6 millones, y «Transformers, la era de la extinción», con 22,9 millones.

 

 

Los nuevos soportes

 

En producciones iberoamericanas, «Ocho apellidos vascos» es seguida por «Exodus: dioses y reyes» (considerada en este apartado porque es una coproducción hispano-estadounidense), que tuvo 7,1 millones de espectadores (39 millones de dólares). La tercera es la coproducción hispano-argentina, «Relatos salvajes», con 4,7 millones de espectadores y 27,8 millones.

 

En cuanto al número de pantallas de cine, el estudio indica que hay cerca de 17.000 en toda Iberoamérica, con mucha variación en el porcentaje por habitante. Así, en España hay 79,5 pantallas por cada millón de habitantes. Es, con mucho, el mayor de Iberoamérica, pues le sigue Portugal con 50,15 mientras que Uruguay y México superan los 35. Los porcentajes más bajos corresponden a Brasil, con apenas 14 pantallas por millón de habitantes; Venezuela, con 15,3 y Guatemala, con 1,5 pantalla.

 

El informe alerta también de la multiplicidad de nuevos soportes más allá del cine o la televisión, especialmente por el desarrollo de internet, algo que tiene que ser tomado en cuenta por los productores, agentes de venta, distribuidores, exhibidores o canales de TV. De esta manera, el informe concreta que el consumo medio de televisión es de tres horas y 50 minutos en los países analizados (cuatro horas en España), a las que se añaden dos horas de radio, hora y media de teléfono móvil, una de internet, y media hora en otros dispositivos.

 

Otro aspecto muy discutido y que preocupa sobremanera a los productores es el de la piratería. Al respecto, Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, volvió a pedir la intervención del gobierno y una fiscalía especial para este caso: «Al igual que ahora se tiene un fiscal anticorrupción, nosotros necesitamos un fiscal antipiratería. Ya lo llevamos pidiendo hace tiempo y parece que ahora el Gobierno ya está trabajando en ello». Cerezo señaló que la presencia de esta figura es fundamental porque «ahora todo va lentísimo. Pones una denuncia y tarda años en resolverse».