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La renuncia a la biblioteca

Raúl Antelo

 

« Mais quand, par exemple, j’ai écrit un texte sur Clarice Lispector, je suis allé voir le texte en portugais et puis j’ai retrouvé les mots. C’est facile, c’est relativement facile. Ça ne veut pas dire que je parle portugais, mais c’est très important. C’est Adorno qui disait cette très belle phrase : ‘Les mots étrangers sont les juifs du langage’ ». Georges Didi-Huberman.1

 

En el último número de Setecientosmonos , octubre de 1967, Nicolás Rosa epigrafaba un acápite con una frase de La lección, de Ionesco: "Y, sin embargo, yo se lo advertí hace un momento: la aritmética lleva a la filología y la filología conduce al crimen". Rosa es consciente, como lo era Benjamin, de la ambivalente circularidad entre cultura y barbarie. Así, igualmente, el director de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, Vicente G. Quesada, en su viaje a Río de Janeiro, también se admiraba de que el nacimiento de la mayor biblioteca americana se debiese a la destrucción, el 1 de noviembre de 1755, de su precursora portuguesa. El terremoto de Lisboa (uno de los ejemplos infantiles de Benjamin para ilustrar dicha circularidad) hizo que Diego Barbosa Machado, el autor de la Biblioteca Lusitana , salvase los restos humeantes de esa colección y que, a principios del siglo XIX, se abriesen a la consulta en Río. Quesada veía en ello un estímulo para las bibliotecas argentinas que, “en vez de buscar, por ejemplo, la adquisición de incunables europeos, aconsejaré que se trate de adquirir las primeras ediciones en las diferentes partes de América, para formar una exposición permanente de los progresos que ha hecho la tipografía desde las remotas épocas de las colonias, de las que ahora forman naciones independientes. Las lenguas primitivas americanas deben merecer también atención preferente, como la historia, la legislación, las ciencias naturales, la etnografía etc., etc. De esta manera nuestras bibliotecas contraerían sus recursos en la adquisición, organización y clasificación de lo que es peculiar a la América, y se ofrecería así a los indagadores y eruditos, fuentes fecundas de estudios, sin pretender hacer competencia con las primeras bibliotecas europeas en la posesión de las rarezas bibliográficas”. 2 Heredada por su hijo Ernesto, la biblioteca Quesada tenía, en 1918, cincuenta mil volúmenes y un archivo con dieciocho mil documentos referidos a la historia de América, los cuales invirtieron el camino transatlántico y hoy pueden leerse en el Instituto Iberoamericano de Berlín. Tal como la traducibilidad benjaminiana, toda biblioteca es una tarea / renuncia, una Aufgabe o abandono, o sea, un texto apátrida (Nora Catelli). Estos, particularmente, de Quesada (pero otro tanto diría de la simultánea biblioteca de la Revista do Brasil ) testimoniaron la absolutización, autonomización y pauperización de lo literario. Sin bibliotecas cercanas, por tanto, la generación de Rosa apeló a las bibliotecas posibles (William Marx), fruto, a principio, de una extracción , lo que permite la emergencia, en un texto inicial, de otros posibles (o sea, la contingencia). A ese gesto lo sucede un segundo, el de reintegración, que consiste en retirar un texto de nuestra biblioteca mental y reinsertarlo en su red de contextos culturales y políticos. A esamezcla de concepto operatorio, instrumento de conocimiento, protocolo de lectura y ética del saber, lo llamo archifilología : es la tarea, como historiador o crítico de la literatura, de hacer aparecer, desplazados, en tiempo y espacio, un conjunto de textos-hipótesis, en la línea de Macedonio o Pierre Ménard, de Barthes o Pierre Bayard, generando así las probabliotecas de W. Marx: “seule une autre bibliothèque peut nous sauver de la bibliothèque, mais le travail de défamiliarisation devra recommencer avec cette nouvelle bibliothèque, et ainsi de suíte”.

 

Raúl Antelo es catedrático en la Universidade Federal de Santa Catarina. Fue investigador y asesor del CNPq, en Brasil, así como profesor visitante en las Universidades de Yale, Duke, Texas at Austin, Maryland y Leiden. Presidió la Associação Brasileira de Literatura Comparada (ABRALIC) y ha sido distinguido con la Beca Guggenheim y el doctorado honoris causa por la Universidad de Cuyo. Es autor de Maria con Marcel. Duchamp en los trópicos; Alfred Métraux: antropofagia y cultura; Imágenes de América; Archifilologias latinoamericanas: lecturas tras el agotamiento; A ruinologia; Visão e potência-do-não; A máquina afilológica ; En muerte: miniaturas urbanas ; Azulejos . Lo transvisual y la arqueología de lo moderno; La vida se complica cuando se hallan escombros a cada paso e Inventário de sonhos usados. Goya plagia Didi-Huberman . Ha editado, entre otros, A alma encantadora das ruas de João do Rio; Ronda das Américas de Jorge Amado; Antonio Candido y los estudios latinoamericanos , la Obra Completa de Oliverio Girondo para la colección Archivos de la Unesco y Lirismo+Crítica+Arte=Poesia. Um século de Pauliceia Desvairada ; En 2025, saldrán Modernismos múltiplos y Heideggerianos.

 

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1 BOURMEAU, Sylvain - « Dans la bibliothèque de Georges Didi-Huberman », AOC , Paris, 19 nov. 2022.

2 QUESADA, Vicente G. - “Biblioteca Nacional de la Corte en Río de Janeiro” en Nueva Revista de Buenos Aires , tomo III, Buenos Aires, 1882, p.450.